CONOZCA SU HARDWARE - logo
 

- ¿Qué ha cambiado?


- ¿Qué tipos de Pentium III son Coppermine?

- El problema del chipset

- El problema de la memoria

- El rendimiento

- Los precios

- Conclusión

Página publicada
el 26/10/1999


Autor:
Juan Herrerías Rey
 

Pentium III: ¿un micro inmaduro?


Hardware verano-otoño de 1999 - Placas Base

¿Qué es... el microprocesador?

¿Qué es... el chipset?
 

página principal
noticias
artículos
qué es...
actualizar
diccionario
compras
contactar
especificaciones
descarga
foro y chat

 

© COPYRIGHT

Está prohibida la distribución de las presentes páginas sin el expreso consentimiento de los autores.

Todas las marcas están registradas por sus respectivos propietarios.

Para más detalles legales, pulse en el siguiente icono

Derechos

Coppermine: Pentium III EB/E


 

Logotipo oficial del Pentium III

Hace ya medio año publicábamos un artículo titulado "Pentium III: ¿un micro inmaduro?" en el cual, al describir el más reciente microprocesador de Intel, comentábamos sus escasas innovaciones tecnológicas respecto al Pentium II, que le hacían candidato casi inevitable a una pronta actualización. Bien, el momento ha llegado: presentamos el Pentium III Coppermine.

 

¿Qué ha cambiado?

En la nueva remesa de Pentium III se han introducido, fundamentalmente, cuatro novedades:

Sin embargo, no se ha aplicado a ningún nuevo micro los cuatro cambios a la vez, sino que nos encontramos con micros Slot1 con bus de 133 MHz pero caché a la antigua, micros con caché moderna pero bus de 100 MHz, micros PGA370 pero con bus a 100 MHz... la clasificación es una auténtica locura que trataremos más adelante en un apartado específico.

Ahora vamos a centrarnos en qué aporta cada uno de los cambios:

Tecnología de fabricación de 0,18 micras

Esquema de un Pentium III en formato FC-PGA370, aproximadamente a tamaño real - Fuente: Intel Co.

Este factor es de suma importancia, y uno de los más difíciles de llevar a cabo ya que implica un avance tecnológico muy importante. Hasta la fecha, los microprocesadores se fabricaban con un proceso de 0,25 micras (es decir, que las partes más pequeñas del micro medían 0,25 micras); el proceso de 0,18 micras equivaldría a 600 veces menos que el grosor de un cabello humano.

Al emplear esta tecnología conseguimos:

  • reducir el tamaño del chip, pudiendo incorporar muchos más transistores en el mismo espacio (28 millones de transistores en sólo 105 mm2);
  • reducir el consumo y el calor generado, algo de vital importancia en ordenadores portátiles y beneficioso en los de sobremesa (ventiladores más pequeños, por ej.);
  • alcanzar velocidades más altas, por encima de 600 Mhz.

El proceso de 0,25 micras en los Pentium III había llegado a su límite práctico con el Pentium III a 600 MHz, que incluso sin overclocking necesitaba un voltaje de 2,05V en lugar de los 2,00V normales para trabajar de manera estable:

 

Pentium III 600
0,25 micras

Pentium III 600
0,18 micras

Voltaje núcleo

2,05 V

1,65 V

Calor disipado

34,5 W

19,8 W

Resulta ciertamente impresionante: ¡un 74% menos de calor! (menos calor incluso que un Celeron a 333 MHz); y además parecen tener capacidad de ser overclockeados hasta unos 750-800 MHz sin muchos problemas... toda una mejora, sin duda.

256 KB de caché L2 integrada, a la misma velocidad que el micro

Si el factor anterior era el que hacía posible fabricar los micros, éste puede adjudicarse casi todo el mérito del aumento de rendimiento. La idea de incluir la caché secundaria o L2 en el propio encapsulado del micro no es nueva, hace ya más de un año que apareció el Celeron con caché o Mendocino, con 128 KB de caché L2 integrada a la misma velocidad que el micro que le hacen prácticamente igual de rápido que un Pentium II (e incluso que un Pentium III en muchas aplicaciones).

La novedad radica, aparte de en emplear 256 KB en vez de 128, en que Intel ha utilizado un bus para la caché L2 de 256 bits de ancho, 4 veces más ancho que el utilizado en los Pentium II y en los anteriores Pentium III. Este nuevo tipo de caché (que Intel llama "Advanced Transfer Cache"), de gran velocidad y gran ancho de banda, beneficia a muchas aplicaciones, especialmente las "profesionales" (CAD, tratamiento de imagen, Windows NT) y es la mejor baza del Pentium III Coppermine.

Velocidad de bus de 133 MHz

El aumento del bus desde 100 hasta 133 Mhz, si bien es todo un 33% más (no explicamos las matemáticas necesarias para este cálculo por su complejidad), no implica un aumento muy grande del rendimiento real, especialmente si lo comparamos con el aumento que genera el nuevo diseño de la caché; además, cualquier microprocesador con una caché rápida no depende mucho de la velocidad del bus, como demuestra el rápido Celeron con sus "escasos" 66 Mhz.

Resumen de los cambios de formato más significativos en los micros Intel

De todas formas, en algunas aplicaciones muy técnicas que requieren anchos de banda grande, como los servidores o aplicaciones con cálculos intensivos, puede ser beneficioso; pero lo sería más con un tipo de memoria de mayor ancho de banda que la PC100, algo que como veremos no es tan sencillo de conseguir.

Conector tipo zócalo FC-PGA370

Si tenemos un micro con la caché L2 integrada en el mismo encapsulado que el núcleo, y además su tamaño es muy pequeño gracias al proceso de 0,18 micras, ¿qué ventajas tiene instalarlo en un cartucho? Absolutamente ninguna.

Intel ha decidido que lo más lógico (y lo más barato) es abandonar el formato en Slot1 tipo ranura que empezó a utilizar con el Pentium II y volver al clásico formato en zócalo, formato que muchos opinamos que abandonó principalmente porque el Slot1 no puede utilizarse sin licencia... una licencia que nunca dio a AMD. Este abandono se hará paulatinamente, pero se puede afirmar que en menos de un año ya no se fabricarán micros para Slot1.

 


Volver

Pulse en el cuadro desplegable o en "Siguiente"

Siguiente