Aquí está la auténtica prueba de fuego para todo hardware: después de todo, ¿a quién le importa cómo sea de rápido un PC en Word o Excel? Lo que todos queremos es poder exterminar a los marcianos-monstruos-aviones-enemigos lo más rápidamente posible, ¿verdad?

La primera prueba utilizada ha sido el 3DMark 2000, un test que aun siendo "sintético" (es decir, que se trata de una prueba más o menos artificial, no de un programa de uso real) representa bastante bien el rendimiento esperable en los modernos juegos 3D (no en vano parte del test consiste en unas escenas pilotando un helicóptero de combate y en una especie de "aventura gráfica"):

¿El veredicto? Agridulce, sin duda: con la TNT2 Ultra, un 13% más rápido que la overclockeada placa BX; con la controladora interna, un 268% más lento que la placa VIA (sí, no es un error: un 268% menos). Ya antes de empezar temíamos que pasaría esto, pues el controlador gráfico del i815E está basado en el chip i752, lo que es igual a estar anclado en un pasado bastante lejano.

Pero después de todo el 3DMark es un test sintético; ¿qué ocurriría en un juego 3D real como Quake 3 Arena? Pues también lo hemos analizado:

Hemos utilizado el modo "Normal" (640x480x16 bits) para que el factor limitante fuera el chipset, y no la tarjeta gráfica. Echando cálculos, nos sale que en un juego real la ABIT SE6 con TNT2 Ultra resulta un 12% más rápida que la BX, pero con su controladora interna es nada menos que un 123% más lenta que la VIA.

Ante estas cifras, creo que sobran los comentarios... bueno, sólo uno más: en "High Quality" (800x600x32 bits), la controladora interna del i815E de la ABIT SE6 alcanza 16,8 fps, lo cual representa justo el límite de lo jugable.

Bueno, se acabaron las pruebas comparativas; pero antes de ir a las conclusiones, vamos a comentar algunos aspectos interesantes sobre la placa que ha soportado el peso de la comparativa, la ABIT SE6.

Primero, decir que sus opciones de overclocking, como corresponde a ABIT, son bastante amplias: configuración en la BIOS (sin jumpers); 30 opciones de velocidad de bus (entre 66 y 153 MHz); ajuste de la velocidad de la memoria (a unos 100 ó 133 MHz); y ajuste del voltaje del micro.

No existe overclocking de MHz en MHz (la versión del SoftMenu es la II, no la III), lo que probablemente se deba a lo reciente del chipset i815E, pero las opciones son más que suficientes; después de todo, si una placa o micro fallan con un bus de, digamos, 143 MHz, yo pondría 140 por si acaso.

Y por lo que hemos observado, la estabilidad parece excepcional en una placa con la BIOS tan reciente. No sólo resultó perfectamente estable a la velocidad normal de 733 MHz (133x5,5), sino que no hubo el más mínimo fallo hasta los 800 MHz (145x5,5 y memoria a 145 MHz), y con un mínimo aumento de voltaje y bajando la velocidad de la memoria (o comprando memoria PC133 CAS2 de alta calidad, tal vez) no hubo problema en superar los 825 MHz.

Ah, sobre el tema de la memoria: su velocidad se indica en la BIOS como xxx MHz (FSB:SDRAM:PCI), lo cual puede parecer algo extraño al principio. Por ejemplo, 140 MHz (4:4:1) significaría que el bus (FSB) y la memoria SDRAM van a 140 MHz, mientras que el PCI va a 1/4, es decir, a 35 MHz; 140 MHz (4:3:1) significaría que el bus (FSB) va a 140 MHz, la memoria SDRAM a 3/4, es decir, 105 MHz, y el PCI a 1/4, es decir, a 35 MHz.

Vayamos por partes; a estas alturas parece obvio que la respuesta a: ¿es el chipset i815E una buena opción frente al BX y al VIA Apollo Pro 133A? es: sí, sin duda lo es, siempre que utilicemos una tarjeta gráfica AGP.

Con la controladora interna el chipset sigue siendo una muy buena opción, pero sólo para usuarios ofimáticos o domésticos (suponiendo que el usuario doméstico se conforme con jugar a unos niveles más bien bajos). Una ventaja del chipset i815E sería el hecho de poder ahorrar en el apartado gráfico en el momento de la compra y actualizar posteriormente a una tarjeta gráfica 3D realmente decente.

Porque todo parece resumirse en una cuestión de costes; como decíamos en nuestro artículo sobre los i815/815E: "resultan recomendables para casi todos los usuarios, PERO dependiendo de su PRECIO. La cuestión es que los chipsets VIA son muy baratos y de rendimiento bastante razonable, mientras que los Intel suelen costar más; y es de suponer que incorporar una controladora gráfica, se utilice o no, cuesta un dinero que Intel no va a regalar". Pues eso...

Y en cuanto a la ABIT SE6 como placa base, sólo cabe calificarla de recomendable. No es una revolución como la primera placa sin jumpers o la primera con ajuste de MHz en MHz y ajuste de voltajes de I/O, pero sí una placa con muy buenas características, diseño y estabilidad.

No recorta en opciones importantes como el número de ranuras PCI o de memoria (aunque sí en cuestiones como el termistor o el conector USB extra), y tiene una muy buena estabilidad (al menos la que hemos probado) para ser su primera BIOS. La BE6-II soportó perfectamente el AGP con un 33% de overclocking... ¡pero es que tenía instalada la séptima revisión de su BIOS!

Así que si quiere el máximo rendimiento posible a cualquier precio para un micro Intel, ya tiene una placa base apropiada. El resto de los mortales a los que nos preocupa la relación calidad/precio sólo nos queda ver qué precio final tendrá en el mercado... y esperar que no sea muy elevado.